EL PERIODO DE ADAPTACIÓN BAJO EL PUNTO DE VISTA DEL NIÑO

Mamá, no conozco a esa señora. Me has dicho que es amable y que me va a querer mucho, pero para mí es una extraña que me sonríe, igual que le sonríe a los demás. Hay muchos niños aquí, algunos lloran mucho y me asusta que éste no sea un sitio seguro. Me gusta mi casa, me gusta mi mamá, mi papá y mi familia, pero en este sitio no sé dónde estoy, ni me siento bien aquí sin vosotros.

Es verdad que hay cosas bonitas, esos juguetes se ven muy interesantes y también las canciones que nos canta esa señora. Parece que se me ha pasado un poco mi malestar, al fin y al cabo no te lo puedo contar hasta que te vea y me agota llorar…intentaré distraerme un poco con la música y los juegos, pero ven pronto mamá.

Me han dicho que ya es la hora de verte, estoy deseando explicarte que el día de hoy ha sido duro para mí, por eso al verte me desconcierto, es como una mezcla de alegría y miedo a que me vuelvan a separar de ti, también hay un poco de enfado por haberme dejado solo entre extraños y es que aún soy pequeño para entender por qué lo haces.

Necesitaré más tiempo para adaptarme y expresar todo lo que he ido sintiendo hoy. Necesitaré más tiempo para no sentirme un extraño y que esa señora tan agradable me resulte familiar. Por el momento solo se me ocurre una manera…llorar y sacarlo todo para recuperar mi paz. Permítemelo mamá…no te enfades conmigo si lloro o me enojo, es solo que necesito desahogarme. Para ti también es duro, lo sé. Solo necesitamos tiempo y mucho amor, de ese que solo tú me sabes dar. ¡Abrázame fuerte, mamá!

Lola Ordoñez